sábado, 31 de mayo de 2008

Batman the Animated Series

Recientemente adquirí la primera temporada de la caricatura de batman de los noventas, uno de mis programas favoritos de cuando era pequeño. No puedo describir la alegría que me da ver de nuevo a quien para mí es el héroe por excelencia: Batman, pero el Batman de la caricatura pues para ser sincero para mí ese es el mejor; el de las películas de Tim Burton jamás me encantó, era demasiado, el de la caricatura es el típico Batman con un traje de tela y, sí, su cinturón lleno de gadgets mientras que el de la película con su traje altamente estilizado se volvía en no más que un encapuchado que usa la fuerza más que nada para vencer, los actores nunca estaban a la altura y jamás se quizo dar verdadera profundidad a lo que es Batman: alguien con unas cicatrizes emocionales impresionantes que se ha entregado a obscuridades tétricas, en la caricatura Batman es una persona con grandes habilidades cuyo compañero por excelencia, no es Robin, es la noche y el miedo. Debo confesar que yo tenía miedo a la obscuridad cuando era pequeño, era nefasto el tener que esperar totalmente cubierto con las sabanas a que me ganara el sueño pues cuando me asomaba entre las cobijas al sentirme sofocado y ver el exterior, mi imaginación me hacía la mala jugada de crear caras monstruosas en las esquinas del cuarto y la maldita educación católica me inclinaba a ver demonios, recuerdo especialmente la cara de una rubia con cuerpo de araña que construía mi mente, yo me decía que debía ser la esposa de Zatanás, y a pesar de que sabía que esas visiones no eran verdaderas y que sólo eran cosas como una chamarra arrugada, por alguna extraña razón pensaba que esa era la forma en que esas criaturas podían materializarse (de hecho tengo la idea de en base a esto hacer un cortometraje, ya lo tengo un poco trabajado pero todavia le falta mucho); en fin, a veces me tardaba mucho en poder dormir. Pero no sé qué proceso se llevó a cabo en mi cabezita que a partir de ver la caricatura de Batman se me transmitía ese desafío a la oscuridad que termina en estar agusto dentro de ésta, todavía veía figuras macabras en una camisa colgada en el closet pero por alguna razón ya no me importaba, era como si me hubiera dado cuenta de que mi miedo hacia ellas era lo que las hacía poderosas, pero yo podía superar ese miedo y no tendrían ningun poder en mí. Y es que si alguien vió bien la caricatura de Batman definitivamente se acordará de los varios episodios en que algún villano, especialmente el sombrerero loco o el espanta-pájaros, mi favorito, drogaban a Batman provocándole tenebrosas alucinaciones que él sabía no eran reales pero aún así tenían gran poder, y sin embargo él las superaba; yo me podía identificar con eso.
El Batman de la caricatura tiene realmente una profundidad incomparable, hoy veo la serie antes de dormir y veo el dibujo, la trama, los diálogos y me doy cuenta de lo bien hecha que está y de todo lo que transmite, me lleno de nostalgia y debo revelar que últimamente he estado teniendo unos sueños bastante creativos e interesantes en muchas dimensiones, sueños que me hacen despertar bien contento, todo esto a partir de ver la serie antes de ir a dormir; todo un regresar a la creativa infancia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que no incluyas a Christian Bale cuando dices que los Batman de las películas no son lo suficientemente buenos.

alan dijo...

NO! Sólo me refería a las películas pasadas de Batman, Batman Begins es la única que ha hecho un Batman más fuerte en cuanto personaje